En mi experiencia me he dado cuenta que las creencias son el núcleo de lo que somos, son la antesala de lo que nos espera, aunque como bien lo repito entre mis estudiantes, muchas de esas creencias son desconocidas para tu consciente por tanto así de igual manera mucho de lo que recogemos nos es “desconocido” o de desagrado. En mi opinión la creencia más determinante es la creencia que tienes sobre ti mismo. Al estar ausentes de muchas creencias internas no sabemos a dónde nos llevan, y, por ende eso podria tener un efecto negativo, pues eso mismo causa una cadena de deseos para obtener o superar cosas o situaciones que aunque nos son desconocidas han sido creadas desde nuestro interiror. Hasta no modificar las creencias limitantes no podemos alinear un deseo con su sentimiento de concepción, y esto último es lo que se siembra para recoger. El efecto negativo está en que cuando necesitamos superar una adversidad o adquirir algo (lo cual es completamente normal, es parte de vivir) no podemos avanzar en la dirección deseada, pues la creencia tiene mucho más fuerza que lo que quieres, ahí es donde deberías darte cuenta que una creencia podría estar obstaculizando tu avance. Me estoy refiriendo a todos esos momentos en que te sientes con desánimo, con falta de energía mental, con poca fe y poca creatividad, con ansiedad por lo difícil que parece a veces la vida, con tristeza pues lo que deseas quizás piensas que es muy difícil de conseguir o te sientes poco merecedor de ello, y por más que tratas a veces las cosas parecieran ir en contra tuya. ¿Piensas si es culpa de tu deseo? O de tu falta de conocimientos o habilidades, o de tu posición socioeconómica, hasta podríamos confundir la voluntad de Dios con no poder lograr lo que deseamos, esto último es un tema amplio para discutir. Lo que debes saber es que hasta no revisar tus creencias internas no puedes llegar a una conclusión del porqué se dan unas cosas y otras no.
Esta vez no me enfocaré en las creencias, lo menciono pues tu eres un ser de creencias, tu vida es un reflejo de esas creencias en todas sus áreas. Ellas son las raíces del árbol que eres en esta vida. Teniendo ese concepto vamos a profundizar un poco en dos aspectos que vibran fuerte y constantemente en tu ser: la curiosidad y la esencia de lo que verdaderamente eres.
Curiosidad se deriva del latín “curiositas” que a su vez se define como el deseo de saber o cualidad de desear saber algo. Desde antes de que pudiéramos hablar somos curiosos. Es un poderoso instinto que nos lleva a imaginar para buscar mediante el fuerte deseo, la manera de poder lograr algo que queremos. La curiosidad abre un abanico infinito de posibilidades por las cuales puedes alcanzar todo cuanto anhelas. Quizás hasta podríamos decir que en muchas ocasiones, la curiosidad pasa desapercibida ante la mente consciente de muchos nosotros, quizás sin darnos cuenta del deseo de saber algo tenemos ese deseo de saber algo, y actuamos hacia las ganas de ese saber. Cuando éramos muy pequeños y gateamos sin poder caminar, alcanzamos el deseo de saber hacer algo más para movernos, no te acuerdas cómo, ni nunca le dijiste a tus padres que tenías el deseo de aprender a caminar. En ese momento la curiosidad y el deseo fueron más fuertes que todo lo demás. No había creencia limitante que se interpusiera entre tu deseo y su cumplimiento, sólo había un deseo de saber algo enfocado en la consecución de estar haciéndolo con éxito, y no en las caídas. Esas caídas eran normales e insignificantes pues el enfoque estaba puesto en la realización del deseo, el deseo de caminar. Quién lo hubiese podido haber hecho por ti? Nadie, solo tú. Tu mente partió del deseo y desde su poderosa cualidad de saber cómo lograrlo. Su incondicionada intuición* de que alguien más lo hace y porqué yo no, trajo el sentimiento de haberlo hecho, aunque tu no te dieras cuenta,( ya sabes que cuando imaginas algo, tu cerebro no sabe si es cierto o verdad simplemente actúa como tal, y sabías además que cuando él asume como realidad algo tú actúas como tal?) inclusive en cada caída que fue parte del éxito. ¿Cuántas cosas has logrado aprender consciente o inconscientemente gracias al deseo de saber? Aunque en muchas ocasiones si haces un examen de conciencia podrías llegar a la conclusión de que muchas cosas aprendidas inconscientemente no son de tu beneficio, podríamos incluir algunos vicios, como ejemplo. Sin que te dieras cuenta estabas asumiendo el deseo de aprender y luego de haberlo ya realizado, tuviste el sentimiento de ser, estar o alcanzar eso a lo cual aún tus cinco sentidos no podían experimentar. En el caso de cuando aprendimos a caminar, no hubo una creencia limitante lo suficientemente poderosa para obstaculizar la manifestación, y si la hubo no pudo con el deseo, la curiosidad y la perseverancia de tu sentimiento de estar allí. ¿Cuántas cosas has deseado alcanzar en las cuales deberías poner más deseo, curiosidad y perseverancia? Cuando se tiene el deseo y el sentimiento de haberlo cumplido la curiosidad y la perseverancia energizan al ser con una tremenda convicción y alegría de hacer lo que se hace. Si tomas un momento para observar y analizar la rutina diaria de muchas personas, precisamente el deseo, su convicción de realizarse y su alegría de ya haberlo realizado está ausente. Es por tanto que el sentimiento predominante es confuso, dudoso y termina causando un malestar que a su vez genera más y más sentimientos que nos llevan a rendirnos y a conformarnos con eso que aceptamos y creemos como única realidad o voluntad de Dios. En este punto la voluntad de Dios es mal interpretada, pues su voluntad es justa y él desea que creas en lo invisible para que puedas ser de su agrado. Acaso todos tus deseos presentes son visibles? Lo único que son son obsequios de Dios, pues tu deseo presente es la única continuidad del tiempo, ellos solo pueden ser de tu consciencia o de tu inconsciencia? Solo tienes dos estados del ser, el bienestar o el malestar, en el tiempo presente existe uno u el otro, no puedes servir a dos amos al mismo tiempo.
Por tanto, el deseo cargado de sentimiento de poder lograrlo junto a la curiosidad, pueden manifestar aquello que ahora pareciera imposible o muy difícil. El deseo de saber algo debe ser creado desde un estado consciente, en el cual el ser esté atento a dejar entrar en su interior todo aquello que traiga armonía, paz, salud y abundancia a su existencia y a la de todos los que le rodean. Si estás atento a lo largo de un día de estos detalles te darás cuenta lo cuidadoso que debemos ser en lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. La curiosidad en una mente inocente es fuente de avance y armonía, pues estás en el sentimiento de lo bueno que deseas y nada más importa. Más en una mente condicionada y adormecida por sus cinco sentidos, se convierte en un enredo de miedos y dudas capaces de obstaculizar el sentimiento deseado, convirtiéndose así en generador de sentimientos indeseados, pues estar curioso sin darte cuenta a cosas desagradables sólo puede crear más cosas desagradables. Ahora entiendes el poder de desear saber hacer o lograr algo, desde el estado consciente o inconsciente? La curiosidad es capaz de encontrar las formas por las cuales puedas experimentar esos deseos. Esta gran energía de ser curioso no dejará a tu mente en paz hasta que no llegues a la experiencia de lo que deseas saber, una vez lograda la experiencia es porque ya sabes entonces cómo hacerlo. Y la repetición creará un hábito, luego realizas esa experiencia sin que tengas que dirigir esas acciones de forma consciente. Te daré un ejemplo, tienes el deseo de conducir una motocicleta, ahora solo es un deseo. Nunca has montado en una de ellas, algunas pesan más de 500 kilos y pueden alcanzar más de 150 kilómetros por hora. Se debe tener ciertas habilidades y un poco de experiencia para realizar recorridos en rutas que no se conocen, en especial cuando el clima no favorece tanto la visibilidad como el estado de la carretera. Depende de lo que creas de ti mismo estarás sintiendo ánimo o desánimo, podrías estar sintiendo mucha curiosidad y alegría por aprender cuanto antes a hacerlo, o, por el contrario podrías ya estar notando como tu mente comienza a darte una lista de razones por las cuales esa aventura es muy peligrosa y seguramente lo mejor es no intentarlo. Sea cual sea ambas de las anteriores propuestas, tu mente siempre acertará en tener la razón, para ella tan lo mismo es que sea posible de lograr como que sea imposible de lograr. Existen miles de personas situadas y ancladas en ambas razones, y todas ellas tienen la razón. Debes saber inclusive que una mente con una imaginación como la tuya fue capaz de diseñar esa motocicleta con el objetivo del disfrute y bienestar de miles de personas. Puede que nuestra mente no esté entrenada hasta ese punto aún, puede que hayas establecido creencias limitantes dentro de ella, pero tu imaginación y su curiosidad no tienen límites. Toma un momento y mira a tu alrededor, cuántas cosas se han creado para el avance, bienestar y disfrute de nuestras vidas, han sido creadas a partir del acto imaginativo cargado de curiosidad, esa curiosidad que te dice: cómo podrías hacerlo?. Tienes un deseo, inmediatamente llega la curiosidad por saber cómo lograrlo, pero ella y su respuesta están condicionadas a lo que tu creencia verdaderamente establece sobre ese deseo, y esa creencia que condiciona el resultado o respuesta, está basada en una asunción que tú has aceptado como cierta, poco o nada importa lo que tus cinco sentidos digan.
Si crees que eres capaz de lograrlo y a la vez ignoras o cierras la puerta a las creencias limitantes, a los miedos y a las adversidades, entonces la curiosidad trabajara a tu favor, y ella encontrara la forma de llevarte a la experiencia de eso que realmente deseas con el sentimiento de realización. Usando como muestra el ejemplo anterior, verás como aprendes, realizas y llevas a la práctica ese deseo adquiriendo las destrezas y el conocimiento necesario para hacerlo de la forma debida. Llevando a cabo ese proceso cargado de armonía y placer, hasta el punto que muchos motociclistas realizan muchas de esas habilidades de forma inconsciente, pues ya es un hábito bien establecido, lo que antes aún no era visible ahora se realiza sin ni siquiera poner toda la atención en ello. Gracias a una curiosidad responsable por traer a la realidad un deseo, un deseo que se encarnó en una mente incondicionada. Una mente donde solo manda tu ser interno y nadie más. Una curiosidad impulsada por creencias poderosas abre la puerta a infinitas posibilidades y oportunidades para lograr y aprender cualquier cosa que te propongas. Amigo lector recuerda que revisar a menudo nuestras creencias es el paso más importante para que estés atento a crear y expandir tu curiosidad, y sobre todo, hacia dónde la estás dirigiendo, ella debe trabajar a tu favor para que alimente ese sentimiento tan importante que es el sentimiento de estar logrando lo que quieres, estar ahí en lo que quieres. El sentimiento que florece ante cualquier desafío a superar es el indicador de las creencias, solo puedes sentirte bien o mal.
El ser humano que es muy realista muchas veces se deja dominar por obstáculos y lógicas de su mente analítica, pasa mucho tiempo quejándose y mirando lo único que sus ojos le permite mirar. Es incapaz de ir más allá y considerar mediante una visión el mundo de las causas, pues para él todo lo que existe es lo objetivo, menos importa y ridículo sería contemplar con respeto y curiosidad la verdadera realidad que se oculta detrás de nuestros pensamientos y sentimientos. He comprobado por mucho tiempo que las personas generalmente no consiguen lo que quieren, lo que están pensando que quieren, sino más bien consiguen lo que creen que van a conseguir. Una cosa es lo que tú mediante la mente consciente piensas que quieres y otra cosa es lo que tú inconscientemente crees que puedes conseguir. Tus sentimientos predominantes son generados por lo que crees. Armonizar ese interior es lo que por mucho tiempo se ha definido como encontrar el reino de los cielos. El reino donde opera el creador de lo visible e invisible, para él no hay imposibles. El ha creado todo, su trabajo está terminado. Ahora depende de ti saber escoger la experiencia que deseas vivir. Quiero agregar la importancia de la intuición, ella es hermana de la curiosidad. Una mente curiosa es siempre una mente muy intuitiva, se mueve en el mundo de las causas y esas corazonadas que a veces llegan de momento le hace tomar decisiones muy acertadas, pues el corazón es intuición, el es el centro de la inteligencia divina y esta inteligencia está cargada de sabiduría. La intuición tiene mucho que ver con tus sentimientos, ella sabe guiarte por senderos desconocidos hacia lo que estás sintiendo, no sabemos cómo, pues no se puede averiguar las formas en que Dios trabaja, pero si puedes saber que la intuición es una joya de gran valor para quien la sabe apreciar y rendirse ante su luz.
¿Quién realmente eres? Antes de leer estás líneas deseo que seas consciente de lo poderoso que llega a ser una mente llena de creencias poderosas, dispuesta al deseo de saber en verdad lo que quiere y sobre todo con la curiosidad y a la vez aceptación, de saber cómo Dios manifestara el plan para su realización. Pues con esa curiosidad las posibilidades y oportunidades resaltan ante tu atención y alimentan el sentimiento de logro, y con la aceptación de los eventos a suceder se demuestra la entrega y la total confianza en la sabiduría de Dios. Colosenses 1:16, “Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él”
Pues bien, te daré una cita bíblica para ver que tanto se atreve tu curiosidad a investigar y a interpretar quien realmente eres, Juan 14:12, “En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre”
¿En verdad puedes creer?, ¿Cuántas obras que en algún momento parecían imposibles has logrado?, ¿cuántas cosas se han revelado a tu favor sin que hicieras mucho para tenerlas?, ¿has estado consciente en esos momentos en donde tu curiosidad te llevo al logro del aprendizaje de algo que deseabas saber?, ¿has dado las gracias cuando fuiste guiado a experimentar un beneficio en tu vida?.
Cada vez que deseas algo, lo haces usando tu imaginación, cada vez que deseas algo vas al creador, te situas en el sentimiento de ese deseo como si ya fuese una realidad, por lo menos así debería ser, pues así siempre es, recuerda por Él fueron creadas todas las cosas visibles e invisibles. Cuando piensas en algo que deseas debes hacerlo con la idea de la persona que serías siendo eso que deseas, y sentirte siendo esa persona en todo lo que hagas. Por ejemplo, deseas ocupar un puesto de trabajo muy importante, pues bien, ¿cómo sería tu persona si ya estuvieses en ese puesto?, ¿qué experimentas?, ¿cómo te sientes?, ¿qué cambios has hecho en tu vida?, ¿de qué forma sirves mejor a los demás?, haz una lista de todas esas respuestas. Te darás cuenta que los logros no son tan importantes como en lo que te has convertido, en el tipo de persona, en el concepto que ahora tendrías de ti mismo. Pues esa imagen, esa definición de ser lo que deseas ser es quien verdaderamente te acompañará y te proveerá de todo lo que deseas siempre. La dicha eterna está en lo que se es y no en lo que se tiene, de ahí tanta adversidad, infelicidad y desgracia en las personas que buscan su seguridad acumulando bienes y posesiones, cuando estos bienes y posesiones desaparezcan esa persona será presa fácil del temor. Bien se te ha dicho, “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” Mateo 6:33. Alcanza primero ser internamente lo que deseas ser, encuentra la armonía entre tus ideas, pensamientos y sentimientos, y luego disfruta la abundancia que Dios ha creado para ti. En Romanos 4:17 se nos dice que Dios llama a las cosas que no son como si fuesen. Recuerda que tu eres la imagen y semejanza de Dios, puede que no te des cuenta pero constantemente tu vida está siendo un espejo de lo que tu mundo interno asume como verdad, sea bueno o malo poco importa, pues tus creencias han sido aceptadas únicamente por ti, otra vez te repito puede que consciente o inconscientemente. Las puedes modificar si estás atento a tus sentimientos, para eso eres libre y puedes escoger dónde te sitúas, si en el bienestar o en el malestar. Y esas creencias generan un sentimiento predominante tanto sobre lo que deseas como sobre lo que no deseas que suceda, ese sentimiento predominante de lo que eres es la imagen perfecta que se refleja en todas tus experiencias. Eso eres tú, un ser espiritual capaz de crear y transformar tus experiencias. Tienes la libertad de escoger libremente lo que sientes, puede que te sientas triste por alguna razón, puedes si lo deseas cambiar de enfoque y ubicarte en lo que te hace feliz. Tan solo el hecho de pensar y enlistar todas esas cosas por las que estás agradecido puede traer un sentimiento de alegría y este a su vez atraerá más cosas por las que estar agradecido. En cada clase con mis participantes discutimos como primer punto el avance que van alcanzado en hacer su examen de conciencia al final del día. Ese examen o meditación donde repasamos los eventos de ese día y te vas dando cuenta cómo te sentiste a lo largo de la jornada. Vas notando las reacciones que tuviste por una u otra cosa, luego meditas si valió la pena reaccionar con miedo, duda, rabia, resentimiento, orgullo, envidia, avaricia. ¿Te acerca cada una de esas reacciones a la persona que deseas ser? Si tuviste reacciones como la paciencia, la comprensión, la ayuda, el silencio, la observación, la alegría, la esperanza, la valentía, el respeto, la armonía, en hora buena pues de seguro vas encaminando tus sentimientos de una forma consciente, pues pase lo que pase estás situado en la comprensión y aceptación del plan divino, con la certeza de que aunque por ahora algunas cosas no parecieran ir como deseas, tienes la certeza que Dios está realizando su plan divino acorde con tus deseos de una manera que ahora no comprendes, ¿ves como primero comienzas a ser para luego tener?. Pero si tus reacciones fueron de esas que te alejan de ser lo que deseas ser, entonces debes cambiarlas, inmediatamente. Puedes volver a ese momento del día y mirar esa reacción negativa, observa por un rato y medita: ¿qué te llevó a reaccionar de esa forma?, ¿qué sentimientos generó esa reacción?, ¿aparte de ti, afectaste a alguien más reaccionando así?, sabiendo que estás en control de tus sentimientos y reacciones, ¿escogerías de nuevo sentirte cómo te sentiste y hacer sentir a los demás de la misma manera?, ¿a dónde te lleva reaccionar y sentirte así?, ¿están esos sentimientos alineados con tus deseos?.
Por experiencia te digo que cada vez que realizas este ejercicio una de las primeras preguntas que llegan a tu mente es: ¿Entonces puedo escoger sentirme de otra manera? ¡Por supuesto que sí!, y a la vez estás dirigiendo tu vibración y energía hacia lo que verdaderamente quieres. Llevará un poco de trabajo y perseverancia estar atento y ser consciente de los sentimientos, pero una vez que des el primer paso y veas que las cosas comienzan a entonar con lo que sientes te darás cuenta de quien realmente eres.
Tu mentor, Noel.
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